lunes, 30 de junio de 2008

Corcheas por sombrilla

DV. Si la Orquesta Sinfónica de Galicia que lidera Víctor Pablo Pérez está considerada por muchos como una de las mejores agrupaciones del Estado, el Festival Mozart de A Coruña, ciudad en la que tiene su sede, es su exponente veraniego. El ciclo de conciertos, que acaba de finalizar con el estreno en España de unas Bodas de Fígaro históricas -las que ideara el gran director de escena Giorgio Strehler- se ha convertido por derecho propio en una excusa perfecta para hacer una escapada a la capital gallega y disfrutar tanto de buenos conciertos como, sobre todo, de interesantes montajes escénicos. Y es que la ópera es uno de los principales atractivos del festival, que arrancó el pasado 22 de mayo y se ha extendido hasta este sábado. Durante un largo mes, se han podido ver en el Palacio de la Ópera de A Coruña cuatro títulos. Così fan tutte en una producción del Teatro San Carlo de Nápoles, El rapto en el serrallo, con el mismo montaje del festival de Salzburgo que se hizo en la Quincena en 2006, y Las Bodas de Fígaro, que han ocupado este último fin de semana, han cubierto el necesario homenaje y recuerdo al compositor salzburgués que da nombre al festival. Junto a estas óperas, se ha podido ver Actus Tragicus, un original montaje escénico de la Staatsoper de Stuttgart y el Teatro de Basilea sobre seis Cantatas Sacras de Bach.

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